COLUMNA DE:
Angel Manero

Angel Manero

Ingeniero Agroindustrial con Maestría en Administración de Agronegocios. Consultor senior en Desarrollo Productivo y Negocios Agrarios.
06 agosto 2016 | 04:10 am Por: Angel Manero

LA LOCOMOTORA RURAL

LA LOCOMOTORA RURAL

El día de ayer 05/08/2016 el diario El Comercio publicó una editorial que en líneas generales critica las declaraciones de nuestro Ministro de Agricultura calificando de anacrónica su visión de desarrollo agrario.

Conociendo a José Manuel Hernández, no tengo duda de que su visión de desarrollo del sector corresponde a un agro moderno que acompañe al nuevo siglo siendo la locomotora del desarrollo rural en el Perú. Podemos tener una gestión gubernamental que comparta el siguiente objetivo central:

“Mejorar la competitividad de los productores agropecuarios mediante un trabajo multisectorial que facilite los servicios públicos y una intervención sectorial enfocada en promover inversiones, facilitar el acceso a los mercados y mejorar la productividad”

El hecho de que en una entrevista periodística solo se mencionen algunos aspectos de la propuesta de gobierno, no quiere decir que se pierda de vista el bosque de lo importante que es la inversión privada (pequeña, mediana o grande) y de mecanismos que mejoren la productividad del sector en su conjunto.

Con respecto a la editorial, no debería confundirnos las cifras de aumento del número de pequeños productores, pues este indicador por sí solo, puede ser consecuencia de las sucesivas particiones de los predios generación tras generación. Tampoco debe confundirnos la disminución del número de medianos y grandes productores, porque este indicador podría evidenciar una concentración de la propiedad -tal como sucede en el negocio azucarero-.

Acumular tierras en el Perú no está al margen de la ley, ni debería estarlo porque nuestro país solo tiene el 2% de su superficie dedicada al agro comercial. Necesitamos ampliar progresivamente la frontera agrícola bajo riego permanente. Poner límites a la propiedad desalienta a que surjan nuevos proyectos de irrigación y atracción de capitales al sector.

Pero al mismo tiempo, es indudable que todo proyecto de irrigación promovido por el Estado también debe velar por la gobernabilidad del país y la estabilidad social. En ese sentido se deberían establecer mecanismos facilitadores para que pequeños inversionistas puedan participar de la compra de tierras en forma individual o asociada.

La posición de dominio que tienen algunas empresas, con respecto a la propiedad de la tierra, podría ser un factor de alarma en algunos valles costeros, y desde luego hay que estar atentos a que no haya abuso de la posición de dominio como prácticas laborales leoninas o maltrato "non sancto" a proveedores. También hay que ponderar las distorsiones que pueden causar determinadas empresas en los diferentes aspectos de la vida regional como la política y uso inadecuado de los medios de comunicación.

AGROBANCO

Aumentar el capital de AGROBANCO es necesario porque el financiamiento agrario tiene bien marcada una falla de mercado. Es un mercado incompleto donde la oferta crediticia no calza con la demanda crediticia ya sea por auto-racionamiento o por excesiva valoración del riesgo.

Cuando se dice que aumentar el capital de AGROBANCO bajará las tasas de interés, es porque esto permitirá asegurar toda la cartera crediticia frente a incobrables, adicionalmente se puede tener mejor administración de provisiones y evitar descalce de liquidez; pero fundamentalmente y como ha sido anunciado: se va a implementar el bono del buen pagador.

Esta última propuesta es muy importante porque una tasa alta refleja muchas veces una estimación muy elevada del riesgo, en adelante se podría devolver varios puntos porcentuales de interés a los productores que cumplan religiosamente con amortizar sus préstamos. De esta manera se van corrigiendo las fallas del mercado.

Nuestro agro necesita de inversiones, de salir a pelear mercados, de ganar competitividad. La inversión privada es el principal motor; y esto no se resta cuando el Estado cumple su rol subsidiario con programas para mejorar la competitividad de los pequeños productores como SERVIAGRO, Sierra Azul y nuevo AGROBANCO para dar combustible a la locomotora en el marco de una intervención multisectorial del Estado.