La empresa presentó su programa “Allin Kawsay” gracias al cual pequeños agricultores de Huánuco logran incrementar hasta en 80% la producción del tubérculo y obtienen las nociones básicas para organizarse e ingresar con mejores oportunidades al mercado.
(Agraria.pe) “Allin Kawsay” es el nombre del programa con que BASF se ha propuesto ayudar a la mejora de la calidad de vida de los agricultores dedicados al cultivo de papa en Huánuco a través de la generación del conocimiento en las buenas prácticas agrícolas e incorporando soluciones para el cuidado del cultivo.
Jorge Soriano, gerente de ventas de la Unidad de Protección de Cultivos para BASF Perú, explica que ya han logrado capacitar a más de 3,500 agricultores de esta manera y que escogieron a Huánuco para lanzar el programa pues es una de las principales regiones productoras de papa y enfrenta problemas de plagas como la rancha (phytophthora infestans).
“Empezamos mostrando al agricultor desde nuestro negocio como empresa química, cómo se comporta el cultivo frente a las diferentes plagas y enfermedades. Fuimos a sus campos de cultivo y allí mismo mostramos cómo evaluar y en qué momento hacer aplicaciones”, refiere.
Agrega que con esta asistencia, los agricultores han logrado mejorar la producción en rangos que van desde el 20% al 80% -llegando en algunos casos a duplicar la producción promedio-, con un producto de mejor calidad, lo que ayuda a que se incremente el volumen que destinan para la venta. De hecho, los valores pueden superar el 200% a 300% de rentabilidad, por lo que el potencial es tremendo.
Soriano apunta que en esta labor han sido acompañados por entidades como Foncodes, Ministerio de Agricultura y Riego y la Dirección Regional de Agricultura de Huánuco, con quienes han desarrollado días de campo para el agricultor que abarcan todos los temas de interés de una manera integral.
Un siguiente nivel, apunta, será ayudar en la formación de una cadena de comercialización más eficiente. Para esto, ya BASF tuvo conversaciones con supermercados que, a pesar de que les resultaría más eficiente recibir directamente de los productores la papa para la venta en sus sedes regionales, tienen que esperar a que primero llegue al centro de acopio en Lima para luego volver a traerla y poder comercializarla. “La papa que venden en Huancayo y Huánuco la traen la Lima, al centro de acopio y luego la redirigen a las diferentes regiones, parece ilógico. Pero si el programa garantiza que la papa sale con niveles adecuados de inocuidad y sanidad, se puede entregar directamente”, detalla.
El proyecto, estima el vocero, se consolidará durante este primer año en la región Huánuco –en las provincias de Ambo, Pachitea, Yarowilca, Huánuco y Chinchao-, donde espera alcanzar en una segunda y tercera etapa a 13 mil y 25 mil agricultores respectivamente, con lo cual esperan impactar a un tercio del total de agricultores de papa de la región, que son 75 mil. Luego, se proyecta llegar a otras zonas de producción papera como Junín, Andahuaylas y Cajamarca.
Crecimiento 2017
En otro momento, Jorge Soriano refirió que la venta de su cadena de distribución que va directamente al agricultor en Huánuco ya supera en 40% las ventas del año pasado. En tanto, la cadena de distribución al usuario final, hasta septiembre último, indicaba un crecimiento del 50%, lo que significaba un buen flujo de ventas y rotación.
“Después de la uva de mesa y los frutales, la papa es el tercer producto más importante del portafolio de BASF en Perú. En este portafolio se podría proyectar a nivel nacional un crecimiento de 30% en comparación al año pasado. La mayor demanda la tenemos en Huánuco y Junín, pero también tenemos en la costa en lugares como Huaral, Barranca y Nazca”, detalla.
Dato
Las variedades de papa con las que se trabaja en Huánuco son Yungay, Canchán, Peruanita, Huayro y Tumbay.
