14 diciembre 2018 | 09:10 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Sostuvo José de Echave, vocero de CooperAcción

En Perú no hay ejemplos de convivencia entre minería y agricultura

En Perú no hay ejemplos de convivencia entre minería y agricultura

Analista destaca el perfil de autoridades como el nuevo gobernador de Cajamarca, que apuesta por diversificar la productividad de la región dando prioridad a la agricultura y ganadería, y no dejando todas las esperanzas en la minería. También resalta la actitud del proyecto Cerro Lindo en Chincha, que se abstuvo de usar el agua de la cuenca.

(Agraria.pe). La disyuntiva entre agricultura y minería se aviva constantemente. De hecho, durante el último proceso electoral regional, destacaron perfiles como el del ahora ya electo gobernador Mesías Guevara, quien sostuvo que su región, Cajamarca, no puede confiar para desarrollarse en la minería solamente, sino en la agricultura y ganadería. 

A propósito de este panorama, conversamos con el economista José de Echave, fundador de CooperAcción, quien considera que estamos ante un largo camino por recorrer aún para llegar a un punto de equilibrio en esta materia.

¿Cuánto considera que se ha avanzado en las muchas veces difícil convivencia entre minería y agricultura en el Perú los últimos años?
Lo que ha ocurrido en Perú en los últimos años es interesante. La actividad minera no solo ha ocurrido en zonas altoandinas sino también en valles trasandinos y costeros; el caso de Tía María en la provincia de Islay (Arequipa) es un buen ejemplo de esto. Y Tambogrande (Piura) también. En estos últimos años hubo conflictos entre minería y agricultura, y no solo con la agricultura de subsistencia sino con valles productivos muy importantes.

¿Cuál es la vía de solución para evitar esta conflictividad?
Lo que demuestra creo yo este conflicto, al margen de las dificultades de convivencia, es que un país como Perú, que tiene una gran riqueza geológica y produce una actividad minera significativa, pero donde también hay una agricultura importante, necesita políticas públicas, instituciones con capacidad de regular y fiscalizar esta convivencia. Si no hay autoridades e instituciones fuertes, si no hay políticas públicas que permitan ordenar el territorio, va a ser una relación difícil y conflictiva sin duda como ha sido en Tambogrande o en Islay y en otras zonas del país. 

¿Estaría de acuerdo con que las empresas mineras financien proyectos que beneficien a pequeños agricultores como han estado anunciando?
No se trata solamente de aceptación social, algo que uno puede lograr con muchos recursos económicos, pero eso no elimina el problema, el conflicto de interés. Por ejemplo, en el valle de Chincha hay un proyecto minero llamado Cerro Lindo en la parte alta de la cuenca, y no usa esa agua, sino que desaliniza el agua de mar. Esa es una pista de acuerdo. Si no se enfrentan las causas objetivas que plantean la preocupación de los agricultores frente a la llegada de la minería, sin duda los conflictos van a existir y para eso se va a necesitar un estado fuerte, con capacidad, que regule en los territorios; me da la impresión de que eso se está haciendo mal. Si yo fuera un agricultor en un valle productivo y llega una empresa minera, sin duda me voy a preocupar, más aún si no hay estado o autoridades fiscalizando. 

El gobernador regional electo de Cajamarca remarcó en su discurso la necesidad de desarrollar la agricultura y ganadería en su jurisdicción, ¿eso relegaría la actividad minera?
Cualquier país o región que pretenda desarrollarse tiene que apostar por una matriz productiva diversificada. Los países que dependen de una sola actividad van a ser muy vulnerables, porque si esa actividad va mal, la región se cae. Lo correcto es aspirar a una matriz productiva diversificada donde haya agricultura, minería, turismo, manufactura. Para eso se necesita voluntad política. Me parece correcta la posición del nuevo gobernador de Cajamarca, de pensar en una región con una matriz productiva diversificada y amigable con el medio ambiente. 

¿Existen entonces ejemplos positivos en que estas dos actividades coexistan?
Creo que el Perú debería ordenar su territorio para promover un uso sostenible y que los impactos de las actividades sean mitigables, controlables. En Perú no hay ejemplos de convivencia creo; los grandes proyectos están en zonas altoandinas la gran mayoría, y quizá un proyecto que ha optado por un esquema distinto es precisamente Cerro Lindo en Chincha, donde la empresa minera optó por no utilizar el agua de cuenca y desalinizar la de mar. Con ello se aminoran los impactos que preocupaban en una zona productiva con muchos cultivos de agroexportación. 

Observatorio de Conflictos Mineros 
CooperAcción, junto a Fedepaz y Grufides, presentaron esta semana el 23º Reporte del Observatorio de Conflictos Mineros en el Perú (OCM), correspondiente al segundo semestre de 2018. 

El reporte alerta sobre proyectos que ponen en riego las fuentes de agua que abastecen a Lima y Callao, particularmente el proyecto Ariana, situado en el distrito de Marcapomacocha (Junín), cuya construcción se iniciará durante el primer trimestre de 2019.

El proyecto se localizará en la misma zona donde se ubica el Túnel Trasandino Cuevas Millos, que conduce el agua desde la cuenca del Mantaro hacia la ciudad de Lima, lo que sería una amenaza. Además, resalta el informe, se superpone a importantes lagunas como Pucrococha. 

También alertó sobre la paralización del traslado de relaves ubicados en el cerro Tamboraque, a pocos metros del río Rímac. El documento refiere que este semestre el Poder Judicial dio la razón a la empresa Great Panther Coricancha S.A. y ordenó paralizar el traslado de los relaves. Hasta el momento se ha retirado el 63% de los relaves, pero quedan 145 mil metros cúbicos de materia tóxica que pone en riesgo el abastecimiento de agua en la capital. 

“Estos alarmantes casos ponen en evidencia la urgencia de que determinadas zonas de gran importancia hídricas sean protegidas y se excluya proyectos que pongan en riesgo el abastecimiento de agua”, observó el reporte. 

José de Echave, quien es también coordinador del OCM, apuntó: “Es necesario retomar la discusión sobre una Ley de Ordenamiento Territorial y sobre criterios para la protección de las cabeceras de cuenca o zonas productoras de agua”.