13 noviembre 2017 | 07:47 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Señaló Florentino Adrianzén, representante comercial de la empresa

Granja La Floresta proyecta consolidación en el mercado de embutidos artesanales en Chiclayo y Cajamarca para luego alcanzar Lima

Granja La Floresta proyecta consolidación en el mercado de embutidos artesanales en Chiclayo y Cajamarca para luego alcanzar Lima

Surgida de la provincia de San Ignacio, en solo cinco meses está destacando en el mercado regional con una cartera de productos que incluye chorizo, cabanossi y diversas presentaciones ahumadas de cerdo. 

(Agraria.pe) La producción artesanal como carta de presentación es el diferenciador con que Granja La Floresta espera hacerse de un lugar importante en el segmento de embutidos.

Florentino Adrianzén Torres, representante comercial de la empresa surgida en la provincia cajamarquina de San Ignacio, apunta que su cartera de productos incluye la producción de chorizo y cabanossi artesanal, carne ahumada de cerdo, patitas ahumadas, costillas ahumadas e incluso hueso ahumado. Tienen cinco meses en el mercado. 

“Contamos con nuestra granja y planta de procesamiento artesanal en San Ignacio, donde nos dedicamos a la crianza y producción de cerdos. Como mercados nos encontramos en Chiclayo, a donde estamos introduciendo recientemente los productos, y desde luego en Jaén y el mismo San Ignacio. En Lima distribuimos en el distrito de Ventanilla. Queremos alcanzar una mayor expansión conforme la producción de incremente”, detalla. 

Agrega que por el momento la planta se encuentra trabajando al 30% de su capacidad, por lo que la expectativa de crecimiento es bastante grande. Por ejemplo, actualmente producen un promedio de 400 kilos mensuales de chorizos, pero la proyección es alcanzar las dos toneladas en el mediano plazo. 

Además, Adrianzén destaca que todos sus productos cuentan con certificación sanitaria y que el procesamiento de ahumado se hace 100% con leña, nunca se usa gas; además que la tripa para embutir es natural (previamente desinfectada), dejando de lado el uso del plástico ya que dejaría de ser un producto artesanal. 

“Tenemos 20 marranas madres y una producción de 230 cerdos en escala para producir mensualmente. Además nuestro terreno que es de 8 hectáreas no está usando ni en el 10%, por lo que hay mucho espacio para crecer. Esto se complementa con nuestro biodigestor, con lo cual nos aseguramos de no ocasionar contaminación alguna”, finaliza.