16 agosto 2018 | 09:50 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Destacó el especialista Pedro Gálvez de Adriática

La creciente producción de Perú en uva de mesa está generando mayor oferta en el mercado internacional

La creciente producción de Perú en uva de mesa está generando mayor oferta en el mercado internacional

En un entorno competitivo donde también figura Chile en la región, y emerge ahora Ecuador, el éxito comercial del fruto lo definirá exclusivamente su calidad. A esto se debe sumar su capacidad para llegar en excelentes condiciones a los mercados más codiciados como Asia, que implica una travesía muy larga y todo un reto técnico. 

(Agraria.pe) Los retos para la industria de la uva de mesa son múltiples, y tienen que ver no solo con los cuidados tradicionales propios del cultivo, sino con la logística para llegar en forma a sus mejores mercados, con productores emergentes que son competidores y hasta con un clima impredecible. 

Así lo explica el ingeniero agrónomo Pedro Gálvez, representante técnico de Adriática  de visita en Perú. Desde su perspectiva, la uva es una fruta de un consumo creciente a nivel mundial pero que está imponiendo retos a los productores en cuando a los gustos cambiantes del consumidor. “Desde el punto de vista del productor se nos están complicando en las variedades más tradicionales pues nos están apareciendo otras variedades que nos obligan a volver  aprender sobre el cultivo”, dice.

Estima que Perú y Chile son países similares en este ámbito considerando que las variedades de uva que producen provienen genéticamente del hemisferio norte y en estos territorios no se comportan necesariamente igual a como se les conoce en su punto de origen. Esto implica que muchas veces se han probado alternativas que no funcionaron y obligaron a recomenzar. 

¿Pero cómo ve a Perú en particular?
Gálvez señala que nuestro país está en condiciones de crecer muchísimo en el rubro gracias a sus diferentes climas, lo que le permite producir en cualquier ventana del año, buscando el mejor precio. Sin embargo un reto que enfrenta es el cambio climático y eventos como El Niño y similares trastornos del clima que no siempre están sopesados. Además, está el factor de oferta y demanda: “La mayor producción de Perú está generando mayor oferta sistemáticamente”. Eso permite al comprador seleccionar a quién quiere comprar, pues emergen competidores nuevos como Ecuador.

El especialista de Adriática, que llegó al país gracias a Farmex, resaltó en un panorama así que lo que definirá el éxito de la uva en los mercados es su calidad. “Ese es el gran tema hoy para diferenciarse del resto de productores, de la competencia. Si yo tengo fruta de calidad, el cliente la privilegia”, sostiene.  Esto conlleva a estar a la altura de nuevas exigencias como más sabor o calibre. 

Como si fuera poco, está el plano de las grandes cadenas compradoras, que exigen una fruta firme y crocante, que luzca impecable y fresca en el anaquel luego de un viaje hasta Asia que puede durar entre 40 a 50 días. Todo un reto técnico. 

“El mercado asiático es el más retador porque está lejos… producir uva que dure este viaje y llegue en buenas condiciones con muchos días de guarda y parezca recién cosechada es difícil. El viaje demora de 40 a 50 días a puerto, de ahí en adelante normalmente llega la fruta, se acumula y distribuye. Cuando llega mucho el comprador empieza a sacar de a pocos, y de ahí en adelante tiene que llegar al Asia continental, no se queda en la periferia, en los puertos. Hoy hablamos que la fruta tiene que durar 80 días bien”, estableció. 

Esto, desde luego, solo es posible usando productos de calidad en el cultivo, especialmente con nutrientes foliares que ayuden a complementar la fertilización y generen un fruto en excelentes condiciones. Destacó en sentido el portafolio de productos de Farmex que resuelven fisiopatías, mejoran la madurez, así como la consistencia del fruto. 

Finalmente, Pedro Gálvez pone de relieve que en los últimos tres años los productores de Perú han tomado conciencia de lo que significa la calidad pues entienden que el cliente filtra con ese factor y ya no es un objetivo producir solamente cajas. 

“Los dueños de las empresas pedían tantas cajas por hectárea, pero eso no resulta si no les pones calidad; precio por cantidad en fruta no resulta. Debe ser precio por cantidad y calidad, y es la calidad la que define la venta. Perú ha mejorado notablemente pero le falta bastante aún porque todavía está trabajando en ventanas donde no hay tanta demanda. Cuando en dos o tres años incremente de 30% a 50% su superficie actual, va a encontrarse con que va a tener que guardar su uva, y eso significa una fruta más firme, que aguante; y eso significa trabajar con productos de calidad”. 



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