19 octubre 2023 | 09:24 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Entrevista con Eduardo Zegarra

Alerta para la seguridad alimentaria: La agricultura familiar peruana se ha descapitalizado y empobrecido por las sucesivas crisis

Alerta para la seguridad alimentaria: La agricultura familiar peruana se ha descapitalizado y empobrecido por las sucesivas crisis
Informe “Agricultura familiar en tiempos de crisis en Perú: diagnóstico y recomendaciones”, elaborado por Eduardo Zegarra y Yeni Vásquez para Oxfam, analiza los múltiples factores que han golpeado a la agricultura familiar peruana, así como las posibles soluciones para evitar que se desate una crisis de grandes implicaciones sociales.

(Agraria.pe) A pesar de su denodado trabajo para seguir llevando alimentos a las familias peruanas durante la difícil coyuntura de la pandemia, la agricultura peruana, particularmente la familiar, no ha recibido el reconocimento por ese esfuerzo. Hoy, se trata de un sector empobrecido y descapitalizado, que puede recibir un golpe que termine de quebrar su frágil equilibrio con un próximo Fenómeno de El Niño.

Este panorama de crisis, sus causas y posibilidades de mejora, están examinados en la reciente investigación “Agricultura familiar en tiempos de crisis en Perú: diagnóstico y recomendaciones”, desarrollada por los economistas Eduardo Zegarra y Yeni Vásquez para Oxfam en Perú.

En entrevista con Agraria,pe, Eduardo Zegarra, quien es investigador de Grade, resaltó que la agricultura familiar peruana atraviesa una crisis que ya no es coyuntural pues se mantiene durante los últimos tres años, en un proceso que deteriora progresivamente las capacidades productivas y sociales de los agricultores, lo que afecta la perspectiva de seguridad alimentaria del país.

“Esta es una crisis que se ha ido complicando y ante la cual hemos visto poca capacidad del Estado o los gobiernos. En este momento hay total incertidumbre porque parece que la crisis se profundizará; todos los modelos predicen la ocurrencia de un Niño Global en 2024 que tendría consecuecias más profundas”, declaró.

Para el especialista, estamos ante una problemática de múltiples factores, entre los que se pueden contar el impacto de la pandemia, la crisis de los fertilizantes, el poco alcance de las acciones del Gobierno (incluyendo un presupuesto insuficiente) y los embates climáticos recurrentes.

“En 2019 la pobreza agraria llegaba al 40% de los productores agrarios, más del doble que la pobreza nacional, pero con una tendencia moderada a la reducción. Desde 2022 en adelante, vemos lo contrario, un aumento importante. En 2020 sube a 48%, e incluso en el segundo semestre de ese año sube a 60%; luego en 2021 hubo una reducción y en 2022 vuelve a crecer la pobreza rural y agraria en un contexto de deterioro generalizado”, agregó, subrayando que es un sector que abarca a 2 millones 200 mil productores.

Respuesta insuficiente y de corto plazo del Estado
Tan sólo el 3.5% del presupuesto público del Perú está destinado al sector agrario, en el cual se prioriza la agricultura de exportación o empresarial con grandes proyectos hídricos en la costa de Lambayeque, Ica y La Libertad, señala la investigación. Por ello, refieren que lo que queda para la agricultura familiar es una fracción limitada que ha sido poco efectiva para paliar los efectos adversos de las crisis de los últimos años.

“El presupuesto asignado al sector no ha demostrado ser efectivo en mitigar los impactos adversos que vienen enfrentando los agricultores y las agricultoras”, enfatizó Alejandra Alayza, responsable de Oxfam en Perú. “Es vital diseñar instrumentos de política ágiles y eficientes para atender a la población productora en situaciones de crisis”.

Las organizaciones agrarias consultadas en la investigación confirman que las medidas dictadas por el Estado frente al covid-19, la crisis de fertilizantes y el cambio climático fueron insuficientes, poco eficaces y hasta cortoplacistas.

La respuesta estatal también fue limitada en la crisis de los fertilizantes. A la frustrada compra de urea en 2022, se sumaron los serios problemas de diseño e implementación de los bonos SafeAgro, Wañuchay y Fertiabono, donde la falta de un padrón actualizado de productores fue un obstáculo para la eficacia de dichas ayudas económicas.

En cuanto a las declaratorias de emergencia del Estado por las sequías y las inundaciones, estas se hicieron sin asignar presupuesto adicional y además se requería figurar en el Padrón de Productores Agropecuarios para acceder a los bonos. Hasta mayo de este año sólo se ha logrado empadronar al 70% de la población productora a nivel nacional.

Impacto en las mujeres rurales e indígenas
Para Eduardo Zegarra, si la agricultura familiar está abandonada y discriminada, la mujer agrícola y rural lo está doblemente, a pesar de que en diversas zonas agrarias representa más de la mitad de los productores. Se ha visto que enfrentan serias dificultades para acceder a recursos, recibir asistencia técnica, desarrollar sus propios emprendimientos.

“En 2021 se creó el fondo de emprendimiento de la mujer rural con 30 millones de soles, y para el año siguiente no tuvo recursos. Luego se restituyó una parte tardíamente, pero el fondo está ahí a un nivel básico y pequeño, no hay una política trasversal de género en el sector agraria, cuando la mujer rural es un elemento crucial del espacio en que se genera la producción agropecuaria. Deberíamos tener una dirección general de la mujer rural o un viceministerio; el fondo debería tener apoyo el Congreso y 100 millones de soles para iniciarse”, dictamina.

Vea la entrevista completa a Eduardo Zegarra, con definiciones sobre varios otros aspectos de la problemática agrícola, así como las propuestas de solución, en el siguiente video:

 

 

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