Especialista en la promoción de mandarinas en el mercado interno señala que el consumo de productos industriales ya es un gran problema de salud en muchos países y que es necesario que en el Perú se fomente una adecuada alimentación.
(Agraria.pe) Es una cuestión de salud más que de marketing. Carlos Guiulfo, director de la agencia de mercado y publicidad New Marketing, señaló que el desarrollo de enfermedades como la diabetes, producto de la obesidad desde la niñez, ha encendido las alarmas en países como México, que están en franca lucha contra productos como las gaseosas y los jugos industriales.
El especialista, que ha trabajado los últimos cinco años junto a ProCitrus para el posicionamiento de la mandarina en el mercado local, señaló que existen competidores en el mundo industrial que buscan confundir al consumidor y le hacen creer que un vaso de jugo industrial es lo mismo que consumir mandarinas y las reemplaza. Por ello, destacó que exista una norma como la “Ley de promoción de la alimentación saludable para niños, niñas y adolescentes”, pues es un instrumento que sirve como apoyo para que el Estado cumpla con su misión de informar a la ciudadanía sobre lo que es saludable y lo que no.
“En Estados Unidos se están haciendo análisis sobre qué hacen las empresas de jugos y refrescos industriales y se ve que no solo se dirigen con mensajes a los niños sino también a los padres. Hay un sentimiento de culpa de muchos padres por no poder estar en el hogar el tiempo suficiente y entonces las campañas están apelando a motivos de unión familiar”, explicó Guiulfo.
Destacó de otro lado que en el Perú, a diferencia de Estados Unidos, los mayores consumidores de mandarinas son las familias de más bajos recursos, por lo que se trata de un producto con muchas cualidades y que supera en preferencia a frutos como el plátano y la naranja.
“La mandarina es la fruta perfecta, pero tiene paradigmas que debe derribar, hay amas de casa que piensan por ejemplo que no se debe consumir en invierno porque se le es una fruta fría que resfría. Eso me comentaron en los mercados en días lluviosos y por eso a veces no se vende bien”.
Nuevos canales de promoción
En el plano de la estrategia, Carlos Guiulfo comentó que las redes sociales son grandes aliadas en el objetivo de extender el consumo de mandarinas en el mercado interno. Anotó así que el presupuesto con que cuentan junto a ProCitrus ya no se destina exclusivamente a la promoción en medios masivos como radio y televisión, sino que aprovecha redes como Facebook para hablarle ya no solamente a las madres de familia y niños, sino también al público joven. Recordó a propósito que en Estados Unidos la mayor inversión en publicidad se irá a canales online, por encima de la televisión. En el Perú estamos entre 12% a 15% de inversión en plataformas web.
Agregó que ha sido interesante ir conociendo a profundidad el perfil del consumidor para llegar a entender por qué el público compra determinadas frutas. Distinguió así que las decisiones de compra se toman en el mismo punto de venta y que están motivadas tanto por factores racionales (como el precio) así como emocionales.
Finalmente, el marketero pidió hacer un esfuerzo conjunto para replicar los mensajes relativos a la alimentación saludable y dejar de lado esa tendencia que ha llevado a los jugos y refrescos industriales a estar siempre presentes en las loncheras de los niños. Remarcó que la mandarina es un buen producto que tiene propiedades que ayudan a evitar una serie de enfermedades, características que deben hacerse conocidas.
“La organización mundial de la salud dice que debemos consumir dos porciones de fruta al día. Eso multiplicado por los más de 30 millones de peruanos que somos agotaría la producción de la mandarina”.