Especialista sostuvo que en una realidad donde predomina el minifundio es fundamental que el agricultor mejore su formación para afrontar los retos de la nueva economía.
(Agraria.pe) El factor humano es una de las claves para garantizar el buen futuro de la agricultura peruana, especialmente porque dicha actividad corresponde entre nosotros a una realidad de minifundio.
Leoncio Fernández Jerí, coordinador de la Maestría en Agronegocios de la Universidad Agraria La Molina (UNALM) resaltó a ese propósito que en Perú, como en muchos países en desarrollo, la miniagricultura es mayoritaria con un nivel educativo básico que plantea muchos retos.
“¿Cómo podemos generar empresa si la gran mayoría (de productores peruanos) solo tiene educación básica? 98 por ciento está participando como mano de obra con conocimiento en el agro”, inquirió.
El especialista consideró que esa característica está ligada a problemas endémicos de la agricultura nacional como la complicada asociatividad y el difícil acceso a financiamiento. Como espejo de lo debería hacerse, recordó que hasta los años 90 los agricultores dedicados a la exportación eran muy técnicos, pero que a partir de ese momento vieron que debían adoptar otras capacidades como saber vender y gestionar, es decir, hacer negocios e ingresar en nuevos mercados.
“A futuro el conocimiento seguirá siendo importante. Luego, tenemos los problemas de innovación, hablamos de robótica, biotecnología… necesitamos innovación…un profesional que cree algo nuevo o mejore lo existente. Si en los 90 demandaban papaya o palta, ahora la demandan en 10 formas diversas, con diversas presentaciones, para consumo tradicional, consumo industrial. Innovación y conocimiento son características fundamentales”, dijo.
