Asimismo, terrenos agrícolas cercanos a proyectos mineros se valorizan entre US$ 60.000 a US$ 80.000 la hectárea.
(Agraria.pe) El valor de los terrenos agrícolas se incrementa debido a un componente de agroexportación, indicó la expresidente de Conveagro, Lucila Quintana, quien señaló que en tierras próximas a proyectos de irrigación se encuentran precios que superan los US$ 70.000 por hectárea, como en los casos de Chavimochic, Olmos (Lambayeque), o MajesSiguas II (Arequipa).
Manifestó que en centros agrícolas como Monsefú y Reque (Lambayeque), la hectárea se cotiza en S/ 280.000, considerando que son centros agrícolas y hay una proyección de que en cinco años comenzará la urbanización en la zona.
En Olmos, dijo no hay terrenos inferiores a US$ 50.000 o US$ 60.000 la hectárea. Una fortaleza para su valor a futuro es la próxima construcción de terminales portuarios como el puerto Eten, así como conexiones con Paita y otros terminales en el norte.
Mientras que terrenos en Cajamarca tienen precios de entre S/ 20.000 a S/ 30.000 la hectárea, siendo zonas donde se cultivan productos de panllevar y no hay mayor condición productiva.
Hectáreas cercanas a proyectos mineros
En otro momento, la expresidente de Conveagro, indicó que terrenos agrícolas cercanos a proyectos mineros se valorizan entre US$ 60.000 a US$ 80.000 la hectárea, ya que estas tierras se venden “como una oportunidad de explotación minera y se presume que, si se hace el estudio de impacto ambiental, se comprará más terreno”.
Asimismo, señaló que el mayor precio de venta de estas tierras responde a la presunción de que en estas zonas se puede encontrar más mineral a ser explotado en el futuro. “Se paga un justiprecio para que se venda a la mejor minera”, anotó.
En ocasiones, dijo, la alternativa para la adquisición de tierras es efectuar negociaciones por parte de las empresas mineras con las comunidades.
No obstante, en el caso de terrenos próximos a minas ya en operación (como, por ejemplo, Las Bambas) el valor de la hectárea puede llegar a entre US$ 10.000 a US$ 12.000.
“Las personas no quieren comprar por el tema de la contaminación, el conflicto social por parte de las comunidades, por el aspecto de los impactos ambientales. Se debe considerar, además, el grado de erosión de los suelos y el impacto de los metales”, explicó Quintana.
Consideró, además, que en ocasiones el valor de este tipo de espacios es un 30% de lo que se vende en la costa. Señaló que pese al tema de los fertilizantes el suelo presenta niveles de erosión y bajo nivel de nutrientes.
Fuente: Gestión
