04 mayo 2022 | 09:30 am Por: Redacción

En la próxima campaña la producción de papa se reduciría en 50%, debido a la descapitalización de los agricultores y los altos costos de los insumos

Aseguran que no habrá desabastecimiento de arroz ni de papas en la presente campaña; pero la próxima sí presentará problemas

Aseguran que no habrá desabastecimiento de arroz ni de papas en la presente campaña; pero la próxima sí presentará problemas
Productores de papa han desplegado los esfuerzos necesarios para mantener el rendimiento-promedio de la papa blanca, que es entre 20 y 25 toneladas por hectárea en Huánuco, y así lograr mayores márgenes de ganancias. En el caso del arroz se sembrado 420.000 hectáreas, con proyección a cosechar 4 millones de toneladas de arroz en cáscara. Esto significa que habrá un excedente de unas 400.000 a 600.000 toneladas de arroz pilado para exportar.

(Agraria.pe) En gran parte del país comenzaron las cosechas de papa, con una reducción promedio del 50% en la producción, pero los productores aseguran que no habrá desabastecimiento, aunque el precio podría ser mayor.

Uno de los factores de la caída de la producción de la papa es el incremento del precio de los fertilizantes, que en caso de la urea subió de S/ 65 a S/ 280- S/ 300 el saco; adicionalmente, las alzas en combustible y mano de obra, todo lo cual significa un aumento de 100 % en los costos de producción.

Los agricultores han desplegado los esfuerzos necesarios para mantener el rendimiento-promedio de la papa blanca, que  es  entre  20 y 25 toneladas por hectárea en Huánuco, y así lograr mayores márgenes de ganancias, considerando que el precio en chacra de la variedad blanca alcanza S/ 1.00 el kilo, con el que obtendrán entre S/ 6.000 y S/ 9.000 de rentabilidad, frente a S/ 14.000 y S/ 16.000 de  costos de instalación, según cálculos   de Miguel Carbajal Villar, presidente de la Asociación de Productores de Papa del Perú (Apropapa).

Luego de varios años de consecutivas pérdidas, los paperos pueden hablar ahora de rentabilidad. Sin embargo, el problema será para los consumidores, porque la producción se reduciría en 50 % a inicios de la próxima campaña agrícola, debido a la descapitalización de los agricultores y los altos costos de los insumos.

“El gobierno en general, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) en particular, deben ponerse a trabajar en la búsqueda de soluciones a los problemas más urgentes, empezando por la falta de fertilizantes. En caso contrario, la campaña agrícola 2022-2023 se iniciará con problemas”, sostiene el dirigente.

Caso del arroz
Hermitanio Rojas Rafael, presidente de la Asociación Peruana de Productores de Arroz (Apear), sostiene que el abastecimiento del cereal está garantizado para este año, no obstante, los rendimientos por hectárea serán menores debido a la deficiente fertilización del cultivo, como consecuencia del alza de los insumos, la pandemia y la guerra en Europa.

“Hemos sembrado 420.000 hectáreas, con proyección a cosechar 4 millones de toneladas de arroz en cáscara”, afirma. Agrega que esto significa que habrá un excedente de unas 400.000 a 600.000 toneladas de arroz pilado para exportar.

“De momento, los precios en costa y selva son aceptables y nos permitirán cubrir los costos de producción, que varían entre S/ 11.000 y S/ 12.000 la hectárea en la costa, y S/ 6.500 la hectárea en la selva, lo que dejará un margen de ganancia, proyectado para la costa entre S/ 3.500 y S/ 4.000. El precio actual de arroz en cáscara en Lambayeque es de S/ 1.65 el kilo.

Por su parte, Felipe Humberto Villalobos Ugaz, productor de arroz de la región San Martín, coincide con Hermitanio Rojas, al afirmar que no ve posibilidades de que este año se presente el problema del desabastecimiento, aunque sí considera que el encarecimiento de los costos de instalación puede generar una reducción del 20% de la producción.

El agricultor comenta que el precio de la tonelada de arroz en chacra en San Martín llega a los S/ 1.250, es decir S/ 1.25 el kilo. En cuanto al rendimiento por hectárea, ésta ha tenido un promedio de 6 toneladas y un máximo de 7, que, multiplicado por el precio, nos da una cifra aproximada de S/ 8.750.

Estos precios se dan en un contexto de alza en los costos tanto de la mano de obra, los agroquímicos, los combustibles y los fertilizantes.

“El costo de instalación por hectárea llega a los S/ 7.500. De los cuales los fertilizantes significan un costo muy elevado no solo por el aumento de los precios, sino porque normalmente usamos un promedio de entre 16 y 18 bolsas, pero nos hemos visto obligados a bajar a 14 y probablemente lleguemos a 12”, dice.

Agrega que cuando ocurre un alza tan pronunciada como la que se viene experimentando, los agricultores bajan el volumen de fertilización, lo cual causa mucha preocupación entre las empresas dedicadas a la comercialización de este insumo, ya que las ventas han caído en 40 %.

En resumen, aún en un contexto crítico para el agro en general, después de muchos años de pérdidas, los productores de papa y arroz, esta vez obtendrán un margen de ganancias, que comparado con el incremento del costo de vida, no es mucho.

Criadores de alpaca sin ganancias
Los productores de fibra de alpaca están vendiendo la libra a S/14, precio que no se ha movido desde antes de la pandemia, pese a que el costo de producción hoy en día es más alto.

Para el médico veterinario José Luis Gómez Bravo, gerente de producción de la empresa de propiedad Social (EPS) Rural Alianza, la razón de esta situación radica en que el mercado es controlado solo por dos grandes empresas, Michel e Inca Top. La producción anual de Rural Alianza llega a los 1.500 quintales, que se venden a dos millones de soles. Sin embargo, esto resulta insuficiente debido a que los costos de producción están por encima de esa cifra. La inversión para producir cada libra de fibra fluctúa entre S/ 12 y S/ 14, pero los precios de venta no se mueven desde antes de la pandemia.

“Necesariamente tenemos que vender a una de las dos empresas. Sería bueno que el Estado también adquiera parte de nuestra producción, eso ayudaría a tener un mercado más equilibrado”, manifiesta Gómez.

Los costos son mayores por el trabajo de labores y actividades de manejo, dosificación con vitaminas, tratamientos médicos y pastoreo, “sin considerar que a veces se presentan enfermedades graves del ganado”, señala.

Agrega: “Vivimos del día a día, de manera que al terminar la esquila tenemos que entregar el producto para poder pagar los salarios y afrontar los gastos de producción”.

Rural Alianza EPS cuenta con 250 jefes de familia, cada una integrada por cuatro miembros en promedio. Están distribuidos en tres unidades, una en Carabaya y dos en Melgar, Puno, que en su conjunto logran una producción anual de 1.500 quintales de fibra.

Afirma que los ingresos alcanzan hasta agosto y en los meses siguientes viven de la venta de ganado para el consumo de carne y también como sementales.

Gómez Bravo dice que, aunque hoy el precio de la fibra de suri apenas llega a S/ 14, hubo años en los que los precios fueron de S/ 25 la libra, como ocurrió en 2017.

En sus tres unidades de producción, Rural Alianza cría 40,252 alpacas suri y huacaya, 402 vacunos “Brown Swiss”, 268 vacunos de lidia y 2,380 ovinos de raza Hamsphire Down precoz alemán.

Fuente: Agro Perú Informa

 

Etiquetas: arroz , papa