La especialista dijo que sus jefes siempre han sido hombres, pero con el trabajo ha logrado posicionarse y que se trabajo sea reconocido.
(Agraria.pe) Betty Matos Nonogawa, es ingeniera agrónoma de profesión, especialista en fitopatología. Actualmente trabaja en la Subdirección de Análisis de Riesgo y Vigilancia Fitosanitaria del Senasa. Agraria.pe conversó con esta destacada investigadora, madre de tres hijos, sobre los retos que tuvo al inicio en el mundo laboral.
¿Cómo se inició en el mundo de las ciencias agrarias?
Empecé a trabajar en ciencias agrarias en 1987 en el laboratorio de Sanidad Vegetal del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) en los programas nacionales de trigo, leguminosas, maíz, cuya función era obtener nuevas variedad tolerantes a plagas. Luego pasé a ADEX en proyectos de investigación para poder introducir cítricos a Estados Unidos y posteriormente fui al Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) en el área de micología.
Actualmente estoy en la Subdirección de Análisis de Riesgo y vigilancia fitosanitara, donde trabajo en el área de alertas fitosanitarias. Trabajamos la alerta del Huanglongbing (HLB) y su insecto vector “Diaphorina citri” y estamos incursionando en implementar toda la vigilancia para prevenir el ingreso de Fusarium oxysporum, forma specialis cubensis de la raza IV tropical, que podrían afectar el cultivo de banano.
¿Fue difícil ser investigadora en un campo dominado por hombres?
En parte sí porque siempre los jefes han sido hombres, pero con el trabajo una logra posicionarse y van tomando en cuenta tus sugerencias. Una va adquiriendo experiencia con el trabajo y va aportando.
Trabajar en las ciencias agrarias para una mujer es un poco más difícil que para un hombre porque implica viajar, quedarte más horas en la oficina reduciéndole tiempo a tu hogar y tu familia. Ese es el reto que hemos tenido todas las mujeres que trabajamos, atender las labores del trabajo y posteriormente atender las labores de la casa y mantener el equilibrio en ambas actividades, pero lo hemos logrado y ese es el mérito. Ahora vemos que los hombres ya se están involucrando en las actividades del hogar, pero cuando empecé a trabajar esa no era la realidad.
¿Alguna vez sintió discriminación por ser madre en sus centros de labores?
Siempre las madres somos un poco discriminadas por el hecho de que tenemos que amamantar. Si bien es cierto es un beneficio el hecho de tener las horas de lactancia, eso hace también que no te den las mismas responsabilidades que podrían darle a un varón. Cuando una está embarazada físicamente no te permite hacer ciertas actividades, pero creo que intelectualmente estamos tan bien capacitadas como los hombres.
¿El trabajo le impidió compartir momentos importantes con su familia?
Soy madre de tres hijos, todos profesionales (el mayor es comunicador, el segundo es administrador y la menor es médica veterinaria). Ha habido etapas muy difíciles porque muchas veces no he tenido oportunidad de estar presente en actividades importantes en el colegio porque se cruzaba con los horarios de trabajo, pero recibí apoyo de toda la familia.