21 marzo 2019 | 09:44 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Entrevista con Gabriel Quijandría, viceministro de Desarrollo Estratégico

“Necesitamos mejorar la eficiencia con la cual la agricultura consume o utiliza el agua”

“Necesitamos mejorar la eficiencia con la cual la agricultura consume o utiliza el agua”

Funcionario del Ministerio del Ambiente destaca que en el país coexisten una agricultura moderna de costa muy eficiente en el uso de los recursos hídricos y una agricultura tradicional que no es eficaz en esta gestión. Existe un esfuerzo estructural  para concientizar a los usuarios sobre el valor del agua.

(Agraria.pe) Detrás de actos tan cotidianos como abrir un caño o inundar una parcela hay todo un complejo entramado de factores que hacen posible que contemos con el agua, uno de los elementos vitales de la agricultura. ¿Cuál es el rol de esta actividad económica en el cuidado del recurso hídrico?

Gabriel Quijandría, viceministro de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Ministerio del Ambiente (Minam) lo tiene claro: “Necesitamos mejorar la eficiencia con la cual la agricultura consume o utiliza el agua. Podemos diferenciar nichos distintos, tenemos una agricultura moderna en la costa surgida a partir de los años  noventa que sí tiene niveles de eficiencia en la utilización del agua; pero todavía tenemos también una agricultura de subsistencia, más tradicional que hace un uso muy ineficiente”.

Puso como el ejemplo la inundación que se hace en los cultivos de arroz en la costa norte del país, lo que requiere, dijo, de paquetes tecnológicos más atractivos que permitan valorar mejor el agua y mejorar su gestión. Lo importante, estableció, es que las tarifas del recurso realmente reflejen el valor que tiene el servicio pues en este momento es muy barato. “Claro, cuando a un usuario le llega el recibo, dice que cómo va a ser barato si tengo que pagar un montón de plata, pero en términos comparativos con otros países o con lo que cuesta proveerte de agua, tu agua es barata todavía”, explicó.

El funcionario participó ayer (20.03.19) en el foro “Encuentro por el agua: Retos para la sostenibilidad del recurso hídrico”, que fue organizado por el Minam, USAID y la Embajada de Canadá. Durante la jornada se abordaron, a través de diversos paneles  con especialistas del sector, aspectos cruciales de esta problemática como la promoción del marco institucional en la gestión de los recursos hídricos, la sensibilización de los actores involucrados en la gestión y la adopción e implementación de la infraestructura natural y la economía circular en las políticas sectoriales. 

¿Qué hace el Estado para afrontar este problema?
Gabriel Quijandría explicó que la entidad pública que desarrolla una mirada más global del tema es la Autoridad Nacional del Agua (ANA), con la cual se vienen desplegando  iniciativas sectoriales; además se cuenta con una Política Nacional del Agua y un Plan Nacional de Gestión de Recursos Hídricos que establece prioridades con una mirada multisectorial para balancear los diferentes usos que se le da al recurso. 

“Desde el sector Ambiente queremos impulsar el vínculo, el entendimiento del agua no solo como el recurso sino como integrante de un proceso, un panorama más amplio en el que uno tiene que incluir la dinámica de los ecosistemas; o sea cómo entender que el agua viene originada por procesos naturales que en muchos casos están siendo afectados por la acción humana. La pérdida de bosques por ejemplo, la degradación de la tierra, generan que haya menos agua o sea de menor calidad. El énfasis del Minam va en gran medida enfocado en hacer explícito el vínculo entre la salud de estos ecosistemas, su gestión adecuada y la provisión o calidad del agua en el largo plazo”, comentó.

Todos estos esfuerzos van en línea para capear una realidad que puede ser paradójica además, como que un 70% de la población del país está asentada hacia la cuenca del Pacífico que solo cuenta con 2% de agua disponible, en tanto que el 97% del líquido elemento se va hacia la zona del Atlántico. A esto se suma, incidió, que no hay una consciencia sobre el nivel de gasto del agua, ya que nuestro consumo per cápita es superior al de muchos otros países a pesar de tener una inequidad estructural tan marcada, por lo cual hay mucho espacio por mejorar en el uso para fines agrícolas y de consumo humano. 

Tasa por servicios ecosistémicos
Consultado sobre la tasa que se paga en los recibos de agua para apoyar a las comunidades asentadas en las zonas altas donde se encuentran los bofedales, humedales y otras infraestructuras hídricas naturales, Quijandría dijo que Perú entró en este sistema de retribución por servicios ecosistémicos más tarde que otros países de la región como Ecuador, Costa Rica y Colombia, con la particularidad en nuestro caso que de ese proceso se encargó la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), que es el ente regulador del sector, y no las empresas encargadas del servicio. De esta manera se logró armar una tarifa que pueda ser escalable y aplicable en las diversas cuencas del país según un criterio estandarizado. 

“El tema ha funcionado de manera interesante en iniciativas tempranas en Moyobamba, en la cuenca de Mariño en Apurímac; en la cuenca del Piuray en Cusco; el reto ahora es hacerlo a escala grande. Hay en este momento alrededor de 60 millones de soles en Sedapal separados en una cuenta aparte para hacer estas inversiones, pero hay que romper ciertos cuellos de botella y atavismos mentales sobre cómo avanzar eso. Sedapal dice que no tiene el expertise para saber en qué vale la pena invertir en esta lógica de infraestructura verde o natural pues pueden decir que son especialistas en cemento y canalización pero lo otro les es desconocido. Ahí con el Minam y otras instituciones podemos ayudar en generar esta cartera de proyectos y capacidades para que se incorpore la infraestructura natural como un elemento complementario a la infraestructura gris”, concluyó.