Trabajo en la cadena de seguridad alimentaria de la empresa incluye en nuestro país también a los productores de uva. Se hace además un enfoque especial en el trabajo de la mujer agricultora como punto de apoyo fundamental para incrementar la producción.
(Agraria.pe) Apoyar a los agricultores para que se conecten a la cadena de valor, de tal forman que demuestren que sus productos son inocuos y sostenibles. Esa es la idea con la que ha estado trabajando el área de Seguridad Alimentaria de Bayer en el Perú desde hace 10 años, contó Ronald Guendel, gerente global de Food Security de la empresa.
En nuestro caso particular, el ejecutivo apuntó que se encuentran impulsando el área de producción de papa que se vende a la empresa Pepsico. El objetivo que persiguen allí es que los agricultores cumplan toda la normatividad necesaria en cuanto a sostenibilidad, residuos y buenas prácticas agrícolas. Estas consideraciones les permiten vender su producción a Pepsico en mejores condiciones.
Un trabajo similar se está realizando con los productores peruanos de uva, para que puedan mejorar la calidad del fruto y logren exportar exitosamente a Europa, agregó.
“En general, en toda Latinoamérica, hemos visto países que han tomado el liderazgo (en cuanto a mejorar la cadena de valor) como México, Costa Rica, Colombia, Perú y Chile, exportando a Europa, y desde el punto de vista de los productores, en esos países todos tienen las certificaciones que se les pide, como la GlobalGap que es fundamental. Los productores son más sostenibles, conocen que tienen que invertir en aspectos sociales porque el comprador europeo así lo requiere. Hubo un vuelco total y países como Perú están avanzando cada vez más, poniéndose a nivel de países exportadores como España y Estados Unidos”, sostuvo.
Gracias a este avance, señaló, la producción de Perú hoy no difiere de la de España, Italia o Portugal, ya que el mercado ha impuesto que la calidad tenga que ser homogénea, pues un importador europeo no acepta que existan países de origen con productos con menos certificaciones ya que se atiene a un entorno de mucho control en cuanto a la inocuidad para el consumidor final.
Guendel refirió que esta idea de la cadena de valor empezó a gestionarse hace 13 años cuando vio que los productores necesitaban más soporte de parte de empresas como Bayer para que sirvan de intermediarios entre ellos y las grandes cadenas de supermercados europeos. Así sucedió inicialmente en España, donde se originó este trabajo.
“Empezamos a conversar con esos supermercados en Europa y eso se fue desarrollando de tal manera que no solo hablábamos con ellos sino con los procesadores y compañías como Unilever y Coca Cola, hasta ahora tener un concepto global al cual llamamos Food Chain Partnership”, dijo.
Además de España y Perú, este trabajo ha sido sostenido por la empresa en diversos mercados, donde han montado equipos a nivel regional para que los asesores de Bayer ayuden a los productores a cumplir los estándares que exigen sus mercados objetivo. Así el trabajo se ha extendido a latitudes tan amplias como India, México, Centroamérica, Chile, entre otros. En total, hoy cuentan con 525 iniciativas en alrededor de 70 cultivos.
BayGap
Como parte de este trabajo, el ejecutivo de Bayer resaltó que se está implementando el programa BayGap para dar entrenamiento y hacer seguimiento al productor de tal modo que logre certificarse en tres capas y 12 módulos diferentes que incluyen temas como buenas prácticas agrícolas y asistencia técnica. Este trabajo se enfoca en pequeños y medianos productores en países en desarrollo, que pueden así exportar hacia mercados de alto valor.
“En el caso de la papa, cuando le presentamos el proyecto a Pepsico, porque hay en India, México, Colombia, China y, obviamente, Perú, dijimos que debíamos implementarlo a nivel mundial. Y en el caso particular de Perú, los colegas aquí en Bayer Crop Science local lo adoptaron y lo están implementando de una manera excelente, ayudando a los productores de papa a que mejoren sus prácticas agrícolas. Es un programa extraordinario, porque la parte de seguridad alimentaria es fundamental”, destacó.
Revalorar el rol de la mujer
Un acápite aparte es la revaloración del trabajo de la mujer en la agricultura, aspecto que Bayer también está poniendo en relieve, sobre todo por su importancia crítica en países en vías de desarrollo.
Ronald Guendel estimó que muchas veces las mujeres, por su rol de madres, se ven limitadas en el tiempo necesario para recibir el entrenamiento sobre temas como buenas prácticas agrícolas u otros aspectos técnicos. Para atender a esta realidad, la empresa modificó los módulos de entrenamientos en algunos países con horarios más flexibles para que ellas también reciban el conocimiento.
“Lo interesante es que las mujeres, porque tienen una mentalidad diferente, muchas veces absorben el conocimiento y lo aplican de manera inmediata porque se preocupan mucho en el futuro de sus hijos y la sostenibilidad. Según números de la FAO, la brecha de productividad entre hombres y mujeres que trabajan en agricultura, en términos de toneladas, es casi 30% menor; entonces, si nosotros apoyamos a que esas mujeres mejoren su productividad entre un 15 a 20%, podríamos alimentar a 150 millones de personas más en el mundo. Ahí se denota el rol tan importante que cumple la mujer”, finalizó.